La naranja es una fruta casi omnipresente, la podemos encontrar tanto en verano como en otoño, invierno o primavera. Y esto se debe principalmente a nuestro clima mediterráneo cálido.
En España nos podemos considerar afortunados, ya que, es una fruta que incrementa en gran medida su precio en otros países y aquí es muy asequible poder comprarla durante todo el año.
Además, otra de las razones por la que la podemos consumir a lo largo del año es porque la tenemos disponible en diversas tipologías que se adaptan a la época del año y climatología. Existen tres tipos principales de variedades de naranjas:
Naranja Navel para la mesa: en inglés navel significa “ombligo”, y esto nos da la pista de las naranjas cuyo cierre es en forma de ombligo, rugoso y con piel de grosor considerable. Normalmente este tipo de naranjas son las más adecuadas para hacer zumo, ya que son más generosas en jugo y sus gajos son grandes y generosos.
La navelina es una variante de este tipo de naranjas y es tal vez la más comercializada actualmente. Se caracteriza por que se recoge muy pronto a principios de octubre hasta a mitad de ese mismo mes. No tiene pepitas y es muy dulce y carnosa por lo que es ideal como naranja de mesa.
Naranjas blancas o lisas, sobre todo zumo: este tipo de naranjas al contrario de las anteriores no presenta el ombligo, pues su piel es mucho más lisa y fina. Además suelen tener más pepitas en los gajos y su color va desde amarillo pálido hasta naranjas de los más intensos. Suelen tardar más en madurar que las naranjas navel, pero están también riquísimas.
Son ideales para hacer zumos, su variante denominada Valencia tiene una piel muy fina y con apenas semillas que la hace más ácida y es la típica que se vende en mallas. Una derivación de esta es la Valencia Late, que madura a mitad de verano, y proporciona naranjas para esta época.
Naranjas sanguíneas, color y sabor peculiar
Son un grupo de naranjas peculiar ya que son de colores rojizos e incluso morados en su pulpa y en su piel, esto se debe alas antocianinas, unas sustancias coloradas debidas al frío invernal. Además su sabor se aleja de la naranja tradicional, y se acerca más a la fresa o frambuesa.
Se recolectan principalmente a finales del invierno y a principios de la primavera, por lo que es ideal empezar a consumirla a partir de estos meses. También son excelentes para zumos y no tiene demasiadas pepitas.