Llegó el postre que estabas esperando, dulce, fresco, innovador y delicioso para dejar a todos tus invitados sin habla. Su sabor te recordará a la naranja recién exprimida, pero en su versión más dulce.
Si te gustan los toques cítricos, sin duda esta receta no te la puedes perder, puesto que es ligera y agradable para el paladar. Además, su combinación con philadelphia le da ese toque suave que necesita la naranja. Te aseguro que a ti y a tu familia os encantará.
Ingredientes tarta de naranja sin horno:
- 60 gramos de mantequilla
- 90 gramos de galletas maría
- 400 mililitros de zumo de naranja natural sin pulpa
- 250 gramos de queso crema
- 50 gramos de azúcar
- 8 gramos de gelatina en polvo o 5 láminas
- 125 mililitros de zumo de naranja
- 3 gramos de gelatina en polvo o 2 láminas
Elaboración de la tarta de naranja
Lo cierto es que su elaboración te recordará a la tarta de queso fría que se suele elaborar con philadelphia, pero en este caso la protagonista pasa a ser la naranja por excelencia.
En primer lugar, reserva unos 4 gramos de gelatina en polvo e hidrata los 8 ramos restantes con el zumo de naranja que previamente debe ser exprimido. Procede a coger un molde para tartas de un tamaño mediano y fórralo de papel de horno.
Una vez, tengas lo anterior preparado deberás continuar con la elaboración de la base de galleta. Para ello, derrite la mantequilla unos segundos en el micorrondas, y tritura todo lo que puedas las galletas con un mortero o bien con una maquinilla demoledora.
Una vez, derretida la mantequilla y molida las galletas procede a mezclar ambas hasta que quede completamente involucrado. El resultado quedará como una especie de masa que deberás incorporar como base en el molde y dejarlo en el frigorífico durante unas horas para que se endurezca.
Mientras tanto, procede a calentar a fuego lento la gelatina que antes habíamos hidratado en el zumo de naranja. Cuando veamos que la gelatina está completamente derretida, apaga el fuego y déjala reservada para después.
Para el siguiente paso necesitas coger un bol, en el que añadirás el queso y un poco de zumo de naranja. Mezcla ambos ingredientes y resérvalos. A continuación, coge medio vaso de zumo de naranja para hacer la cobertura que se pondrá en la parte de arriba de la tarta. Para ello añade al zumo, el azúcar y mezcla completamente, y después la gelatina.
El siguiente paso, es coger la gelatina que habíamos reservado al principio e hidratarla en el medio zumo de naranja que habíamos guardado. Calienta a fuego suave la gelatina removiendo sin parar hasta que se disuelva. Añade todo el zumo restante y deja que se enfríe. Cuando esté frío, viértelo encima de la tarta.
Por último, mete la tarta en la nevera y déjala enfriar hasta aproximadamente una hora para que cuaje por completo la gelatina